¡La mujer es ella misma! Consejos para divertirse aún más durante el sexo en solitario

Los tiempos en los que la masturbación era un tema tabú han quedado, por suerte, atrás. Hoy admitimos abiertamente que nos gusta darnos un capricho, ¡y eso es bueno! Porque la masturbación es una forma estupenda de conocer mejor tu propio cuerpo.

¿Qué es lo que me gusta especialmente, lo que me da placer? Tenemos algunos consejos y trucos para que el sexo en solitario sea aún más divertido.

La preparación lo es todo

¿Poco tiempo entre dos citas y con la cabeza completamente alejada? Entonces será mejor que pospongas el sexo en solitario. Porque si quieres hacer algo bueno por ti mismo, deberías ser capaz de involucrarte.

Asegúrate de que el ambiente es tranquilo y relajado. Lo más importante es que te sientas cómodo y quieras tocarte. Esto también significa: ¡Apagar el teléfono móvil! Porque en este momento tan bonito e íntimo que te pertenece sólo a ti, seguro que no quieres que te molesten los molestos timbres.

El juguete adecuado

Si normalmente te masturbas con el dedo, puedes probar con juguetes sexuales. Por supuesto, los vibradores, consoladores y similares no son para todo el mundo, pero estos pequeños ayudantes pueden ser muy divertidos en la cama.

La ventaja de un vibrador es que puedes ajustar la fuerza y la velocidad de la estimulación del clítoris, lo que es una gran manera de retrasar el orgasmo. Si prefieres la masturbación vaginal, debes optar por un consolador.

Juegos de agua

Ya sea en la bañera o en la ducha: el agua puede proporcionarnos un placer indescriptible. ¿Por qué no lo pruebas y dejas que el chorro de agua pase ligeramente por tu clítoris cuando te bañes? Verás qué agradable es la sensación.

Pero ten cuidado: ¡el agua no debe estar demasiado caliente! Si quieres ir un paso más allá, puedes estimular el clítoris con el chorro de la ducha. Varía la fuerza del chorro de agua y ve cómo reacciona.

Cambiar de posición

Cuando se piensa en la masturbación, a menudo se tiene la imagen de una mujer tumbada de espaldas en la cama, acariciándose tiernamente. ¿Por qué no cambias de posición y te tumbas de lado, apoyas las piernas en la pared o las aprietas un poco?

Cuando te mimas, nadie te mira, así que prueba todo y encuentra la posición más cómoda y efectiva para ti.

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